De
esta cualidad depende, en gran parte, si una clase es amena o aburrida. Una
nota monótonamente sostenida durante mucho tiempo, adormece la atención: una
variada y armónica melodía, excita la atención.
Si
el profesor varía hábilmente su conducta, puede cautivar mejor la atención de
la clase no dando ocasión ni tiempo, a nadie, para distraerse.
El
buen docente hace uso de diversas técnicas que se pueden clasificar en verbales
y no verbales; algunas de ellas fomentan a la vez habilidad de comunicación.
Son
técnicas verbales de variación de estímulos todas las que se hacen en la
comunicación verbal por medio de sonidos: los cambios de volumen, del tono
de la voz, y cambios de velocidad en la pronunciación, son
modos de tener amarrada la atención.
Es
técnica verbal el escribir en el pintarrón las palabras o frases clave:
con ellos se cambia el canal sensorial: del oído se pasa a la vista del
receptor. Se puede oír hablar del mercurio, ver escritas frases sobre el
mercurio, tocar y sentir el peso del mercurio (esto último seria una técnica no verbal de variación de estimulo).
El uso del pintarrón es una técnica
que contribuye a la fijación de la atención. Sería equivocado y monótono abusar
del pintarrón . En el se anota o se dibuja solo lo esencial. Se escribe en
orden, jerarquizando las ideas, con letra clara, empezando en la parte alta de
la izquierda.
También
podemos tomar en cuenta técnicas no verbales como las siguientes:
Desplazamientos del
Profesor por la clase en vez de estar estático.
Movimiento de
manos, cabeza y cuerpo. Que sean naturales y no rebuscados ni rígidos.
Gesticulación del
rostro. Expresión dinámica de boca y ojos.
Enfoque de la
atención sobre un objeto, una persona, una frase del pintarrón. Apuntar con el
dedo, con la mirada. Hacer énfasis con la voz.